La detención del exfutbolista Iván Kaviedes, el pasado 4 de noviembre en el Tena, generó polémica por el nivel de fuerza aplicado. La población se dividió a favor y en contra de la actuación de la autoridad; e incluso César Zapata, comandante general de Policía, ordenó una investigación para determinar si hubo o no abuso en contra del ‘Nine’.
La respuesta, sin embargo, la determina Ley Orgánica que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza, así como su reglamento. La primera fue aprobada por la Asamblea Nacional en 2022, mientras que el segundo se emitió en junio de 2023 por el presidente Guillermo Lasso.
En primera instancia, la Ley afectaría al 1% de la población, que es la que comete ilícitos, según dijo el secretario de Seguridad Pública, Wagner Bravo. Además, permitiría un combate en iguales condiciones a los grupos delictivos en el país.
Juan Zapata, ministro del Interior, destacó que en el último año, 70 antisociales fueron abatidos por la Policía Nacional, cuando en 2022 fueron seis. Esto como consecuencia del respaldo de la normativa.
Hoy, las dudas surgen por un aparente uso excesivo de la fuerza contra un ciudadano que causó un escándalo en la vía pública. ¿Qué dice la Ley?
¿Cuándo se aplica el uso de la fuerza?
La normativa establece que el “empleo legítimo y excepcional” de fuerza se realizará por parte de servidores policiales, militares o del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria, de acuerdo con los niveles de amenaza, resistencia o agresión.
En la medida de lo posible, harán uso de medios no violentos, como la negociación y verbalización, antes de recurrir al empleo de la fuerza física o al uso de armas menos letales o letales. Sin embargo, podrán usar la fuerza o instrumentos de coerción para:Prevenir el cometimiento de una infracciónLa detención legal de infractores o de presuntos infractores y solo cuando se hayan agotado y fracasado los demás medios de controlProtección o defensa de bienes jurídicos protegidosControlar a quien oponga resistencia a la autoridad
Niveles el uso legítimo de la fuerza
El objetivo de los servidores será adecuar el nivel de uso de la fuerza a la situación o amenaza que esté enfrentando. Y se hará en los siguientes niveles:
Presencia: es la demostración de autoridad que, ante amenaza o peligro latente y mediante técnicas de control como el contacto visual, realiza la servidora o servidor, para prevenir o disuadir la comisión de una presunta infracción penal.
Verbalización: es el uso de técnicas de comunicación que, ante una persona cooperadora o no cooperadora, facilitan a las servidoras o los servidores el cumplir con sus funciones.
Control físico: es el uso de técnicas físicas de control y neutralización. Permite a la servidora o servidor neutralizar la acción ante la resistencia pasiva, no cooperadora o física de la persona o personas intervenidas.
Técnicas defensivas menos letales: es el uso de armas y munición menos letal y medios logísticos o tecnológicos menos letales para neutralizar la resistencia violenta o agresión no letal de la persona o personas intervenidas.
Fuerza potencialmente letal: es el uso de armas de fuego con munición letal, a efecto de neutralizar la actuación antijurídica violenta o agresión letal de una o varias personas, ante amenaza inminente de muerte o lesiones graves de terceras personas o de la servidora o servidor.
Fuerza intencionalmente letal: es el uso de armas de fuego con munición letal ante una amenaza inminente de muerte de terceras personas o de la servidora o servidor.
Principios para el uso legítimo de la fuerza
La Ley Orgánica que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza determina que se utilice ante una situación que representa una “amenaza o peligro que requiera de una acción inmediata para evitar su ejecución y agravamiento en el cometimiento de una infracción”.
En ese sentido, se regirá por el principio de proporcionalidad, que es uno de los aspectos más criticados en el reciente caso de Kaviedes. La Ley dice que el “daño” deberá ser proporcional a la amenaza que represente la persona o grupo de personas, o al delito que estén cometiendo o vayan a cometer.